El plástico se encuentra en muchos de los productos que consumimos cotidianamente. Bolsas, paquetes y envases plásticos de un solo uso tienen a la humanidad y la naturaleza, literalmente, ahogada en basura.
En el mundo se producen millones de bolsas de plástico cada año, que demoran décadas en desintegrarse, impactando con microplásticos y tóxicos a las aguas y otros ecosistemas. Es fácil encontrar bolsas plásticas en caminos, abandonadas en plazas e incluso enredadas en los árboles en lugares naturales.
El mes de Julio es un recordatorio para reflexionar sobre los impactos que produce el plástico en el mundo y para avanzar en soluciones y así mitigar los daños que hemos producido al medioambiente.
Es importante que las regulaciones sean acorde a los tiempos, sobre todo con políticas tanto en la producción de plásticos, como en la educación ambiental individual al consumidor.
Algunas medidas que como consumidores podemos tomar son:
- Evitar los plásticos de un solo uso como botellas.
- Reciclar los plásticos según su clasificación.
- Hacer ecoladrillos con bolsas y paquetes.
- Evitar las bolsas plásticas llevando las tuyas a hacer las compras.
Fundación Kennedy se ha encargado de visibilizar este problema en los ecosistemas acuáticos de Chile, tomando acciones concretas como limpiezas de playas y humedales compartiendo registros fotográficos impactantes y realmente conmovedores. Nuestra naturaleza está sufriendo las consecuencias del consumo desmedido humano y las imágenes a continuación hablan por sí solas: